Implacable frescura que se precipita,
una fuerza violenta que ha sido desatada.
En la víspera de una luz esperanzadora, las lágrimas se pierden
entre gotas de lluvia, y esta parece no terminar.
Cuanto mas fuerte el temporal, mas plantados están mi pies en el suelo. Cuanta mas corriente pasa sobre mi, mas me resisto a ella.
Pero surge en mi una duda que me hace desistir y me dejo llevar por la tempestad.
¿Como es posible seguir de pie cuando se está rodeado de tristeza
con mascara de felicidad?.
Y pienso que hemos aprendido a gozar nuestra tristeza, mas que ningún otro sentimiento; hemos encontrado la afinidad con los demás, compartiendo los infortunios.
Sobre mí cae una lluvia que no cesa.
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