viernes, 2 de julio de 2010

La lluvia que no cesa

Implacable frescura que se precipita,
una fuerza violenta que ha sido desatada.

En la víspera de una luz esperanzadora, las lágrimas se pierden
entre gotas de lluvia, y esta parece no terminar.

Cuanto mas fuerte el temporal, mas plantados están mi pies en el suelo. Cuanta mas corriente pasa sobre mi, mas me resisto a ella.

Pero surge en mi una duda que me hace desistir y me dejo llevar por la tempestad.

¿Como es posible seguir de pie cuando se está rodeado de tristeza
con mascara de felicidad?.

Y pienso que hemos aprendido a gozar nuestra tristeza, mas que ningún otro sentimiento; hemos encontrado la afinidad con los demás, compartiendo los infortunios.

Sobre mí cae una lluvia que no cesa.

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